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DÍA EUROPEO DE LOS DERECHOS DE LOS CONSUMIDORES BANCARIOS Y FINANCIEROS

Manifiesto del Día Europeo de los Derechos de los Consumidores Bancarios y Financieros en la UE

La crisis ha puesto de manifiesto los graves problemas que, en forma de abuso por parte del sector bancario y financiero, así como en forma de ineficacia, desenfoque y déficits de la regulación europea, sufren los consumidores en la UE. Además esta realidad no ha sido objeto de corrección eficaz por parte de las autoridades europeas, ni por descontado de las nacionales, sin contar con que la situación del sector financiero ha sido la excusa para descargar en los ciudadanos en general y los consumidores en particular el coste del saneamiento y salvamento de una banca irresponsable y en muchos casos corrupta, mientras los consumidores sólo son llamados a consumir, gastar y “confiar”.

La conversión de normativas como la “MIFID” en instrumento de coartada para la actuación fraudulenta de la banca y otros; la pervivencia de sistemas de resolución de conflictos en general ineficaces en el ámbito financiero; la limitada visión que ha guiado el establecimiento del Mecanismo Único de Supervisión o 'MUS' (sin atender a la realidad de la relación banca-consumidores) y la ausencia de medida alguna en materias de tanto alcance como el endeudamiento familiar, las hipotecas, el abuso en comisiones bancarias, etc.... son ejemplo del fracaso de la regulación y supervisión en la UE y su “mercado interior” .

El propio Tratado de la Unión Europea señala la importancia de dar voz y voto a los consumidores y sus organizaciones, mientras el Plan de Acción de Servicios Financieros de la Comisión Europea de 1.999 advertía en su día de la importancia de que los consumidores disfrutaran de un marco que propiciase su confianza y garantías. Sin embargo la influencia del “lobby” bancario y financiero ha marcado la orientación y sentido de todas las medidas, poniendo de manifiesto la necesidad de conformar un frente común alternativo que contrarreste esta realidad. Por ello ADICAE propone al conjunto de Asociaciones de Consumidores y organizaciones de la sociedad civil europea un impulso a los planteamientos básicos que expresa este manifiesto.

En este sentido la Comisión Europea y el conjunto de las instituciones de la UE, con carácter general, deben incorporar a los consumidores como agente social clave en la definición y desarrollo de las políticas, medidas y regulaciones de la UE, en especial en el sector financiero, así como definir y establecer un foro marco de diálogo sector financiero-consumidores, que propicie la discusión e intercambio de propuestas y contribuya a superar la prevalencia de las posiciones y propuestas del lobby financiero en la UE en la definición de regulaciones, medidas y políticas comunitarias.

Para ello es necesario cambiar aspectos fundamentales de la política económica europea, afrontando la misma como medio para conseguir una Europa para los ciudadanos y consumidores, y apostar de forma decidida por un nuevo modelo de crecimiento y consumo equilibrados y sostenibles, orillando el modelo especulativo actual y avanzando hacia un verdadero mercado único europeo en sectores como el financiero, la energía o las telecomunicaciones.

En concreto es fundamental que desde las instituciones de la UE se adopten los compromisos necesarios para garantizar el desarrollo de una serie de medidas clave “de mínimos” y de inicio para los consumidores en Europa, entre las que pueden señalarse: Desarrollar una regulación de la Justicia Colectiva Europea (Collective Redress Regulation); Armonizar la normativa de sobreendeudamiento para los consumidores europeos; Determinar de manera clara una relación de “productos financieros básicos” de posible ofrecimiento a los consumidores, prohibiendo la comercialización masiva de productos complejos y “tóxicos” para los ciudadanos de la UE; Crear una Agencia Europea de Servicios Financieros para la Protección de los Consumidores Financieros, impulsando además una Red de Alerta de Seguridad Financiera; Regular la falta de democracia en las Juntas de Accionistas, propiciando el adecuado reconocimiento e instrumentos a las asociaciones de pequeños accionistas (consumidores) para influir en la vida económica de las sociedades y los efectos de su actividad.; Avanzar hacia una regulación armonizada en el ámbito del ahorro-jubilación; Incorporar a los consumidores como agente clave en el proyecto de desarrollo de la SEPA (Zona Única de Pagos en la UE), regulando con claridad los costes de los servicios bancarios básicos y de carácter universal (cuentas, tarjetas, etc...).